Libro: Ser docente en tiempos de pandemia: experiencias desde la práctica educativa.

Izcóatl Tlacaélel García Morales

Como Grupo de Investigación nos encontrábamos trabajando en la organización del II Simposio Internacional sobre Educación Superior y del I Coloquio de Cultura de Investigación de la Universidad Mesoamericana. En ese momento ya se estaban produciendo muchas investigaciones orientadas a conocer la percepción de los estudiantes sobre su aprendizaje en la modalidad virtual. La mayoría de ellas concluía que no se estaba logrando el mismo nivel de aprendizaje, básicamente por dos factores: las condiciones de disponibilidad de dispositivos móviles y de conectividad, por una parte; y por la otra, el papel del docente. Como suele suceder cuando algo falla en nuestro sistema educativo, la responsabilidad se le carga a las maestras y maestros.

Ante este panorama, se hizo necesario escuchar la voz de los docentes, darles la oportunidad de contar cómo estaban viviendo ese proceso. Además, las universidades no solo son formadoras de profesionales, sino que, una de sus actividades fundamentales es la construcción de conocimiento. Por tanto, les corresponde generar reflexiones sobre el pasado y, principalmente, sobre el presente con la finalidad de vislumbrar soluciones, alternativas y futuros posibles. En este tenor, la Universidad Mesoamericana, por medio del Grupo de Investigación (GI), tuvo la iniciativa de dejar constancia del momento histórico que nos tocó vivir.

Se hizo necesario escuchar la voz de los docentes, darles la oportunidad de contar cómo estaban viviendo ese proceso

En agosto de 2021, esta incipiente idea tomó forma, fue retroalimentada, complementada y mejorada. Todo inicia con el acto de imaginar. En el GI comenzamos a trabajar en esa idea para convertirla en un proyecto, elaboramos un documento con 11 preguntas guía para que, entre otros aspectos, cada docente pudiera explicar ¿cuál es su visión sobre la educación y el rol del docente en el proceso de enseñanza aprendizaje? ¿qué significado le otorgan al ser docente universitario? ¿cómo vivieron esta experiencia de cambio en su práctica educativa a partir de la pandemia? ¿qué dificultades tuvieron que enfrentar? ¿cómo los transformó la pandemia y el cambio de modalidad educativa? ¿cuál consideran que será el papel de las tecnologías en la educación en los tiempos venideros?

La docencia plantea una disyuntiva de origen, no es lo mismo estar en la docencia que ser docente. Esta obra, desde luego, se centra en lo que significa, desde la perspectiva de los protagonistas, ser docente universitario en tiempos de pandemia. Cabe destacar que, con pandemia o sin ella, la docencia es una actividad compleja, un poco ingrata a veces, “se disfruta y se sufre a partes iguales” (Zabalza, 2012, p. 14). Ser docente, es un modo de vida sumamente complejo, puesto que se encuentra atravesado por diversas dimensiones. En este sentido, Fierro et al. (1999) proponen seis dimensiones de la docencia: personal, institucional, interpersonal, social, didáctica y valoral.

Sin embargo, autores como Zabalza y Zabalza (2012) consideran que la dimensión personal es la más olvidada, y en la medida en la que vamos ascendiendo en los niveles educativos del sistema, hasta llegar al superior, va perdiendo relevancia, se excluye, porque se prioriza al especialista sobre la persona, a pesar de que “buena parte de nuestra capacidad de influencia en los estudiantes deriva precisamente de lo que somos como personas” (p. 47).

Una de las propuestas más relevantes es la de Ramírez (2008), quien considera que la docencia se integra por una tríada de elementos: 1) el ser docente: porque antes de ser docentes somos personas; 2) el sujeto docente: que se refiere a la trayectoria profesional, nuestro paso de principiantes a expertos, cuando ya somos capaces de dejar huella en nuestros estudiantes; y 3) el sentido del ser docente: cuando cruzamos la línea de lo cognitivo y reflexionamos sobre la práctica, cuando nos cuestionamos qué y para qué lo hacemos.

La obra que estamos presentando recupera todos estos elementos, en ella nuestros lectores podrán encontrar narraciones en las que se aborda, desde diversas ópticas, las seis dimensiones de la docencia mencionadas anteriormente. Descubrirán cómo un grupo de profesionales de diversas áreas encontramos el sentido del ser docente durante la pandemia y cómo vivimos esa transición entre principiante y experto. Asimismo, encontrarán relatos sobre el impacto de la pandemia y la modalidad virtual en la salud física y emocional. En suma, cada ensayo es una lección de humanidad puesto que se deja en claro que, más allá del uso de las tecnologías y la disponibilidad de plataformas y aplicaciones, fue el factor humano el que nos permitió mantener la continuidad académica en este tiempo aciago.

Así como el titán Atlas, de la mitología griega, fue condenado a llevar el peso del mundo y de los cielos sobre sus hombros, cuando salieron a relucir las carencias de nuestro sistema educativo, los docentes nos encargamos de sostener el mundo educativo. No sé si fue una condena, pero lo que sí es seguro es que fue un reto y una responsabilidad que asumimos frente a nuestros estudiantes. Invitados están a la lectura del libro Ser docente en tiempos de pandemia: experiencias desde la práctica educativa que, en congruencia con la Cultura de Investigación de la Universidad, es de libre acceso.

Referencias:
Fierro, C., Fortoul, B. y Rosas, L. (1999). Transformando la práctica docente. Una propuesta basada en la investigación-acción. Paidós.

Ramírez, A. (2008). Ser docente universitario, una búsqueda de sentido. Plumilla educativa, 5 (1), 9-15. https://doi.org/10.30554/plumillaedu.5.583.2008

Zabalza, M. A. (2012). Introducción. En M. A. Zabalza Beraza y M. A. Zabalza Cerdeiriña. Profesores y profesión docente. Entre el “ser” y el “estar” (pp. 11-15). Narcea.

Zabalza Beraza, M. A. y Zabalza Cerdeiriña, M. A. (2012). Profesores y profesión docente. Entre el “ser” y el “estar”. Narcea.